miércoles, 26 de octubre de 2011

Todo es dato (las notas de campo)

Apuntes basados en el texto de Latour, Bruno (2008) Reensamblar lo social: una introducción a la teoría del actor-red. Buenos Aires, Ediciones Manantial. Pp 194-196

En consonancia con nuestro interés en la elaboración de informes textuales y explicaciones, podría ser útil enumerar los distintos cuadernos de notas que uno debería llevar, manuales o digitales, ya no importa demasiado.

Nota a pie: Estoy usando cuadernos de notas de modo más bien metafórico, dado que ahora incluyen archivos digitales, tanto como films, entrevistas y sitios en la Web.

Primer cuaderno: reservado como una Bitácora de la investigación misma. Esta es la única manera de documentar la transformación que uno sufre al realizar el viaje. Citas, reacciones de terceros al estudio, la sorpresa que causa lo extraño del campo, etc. Deben documentarse lo más regularmente que sea posible. Sin ello, el experimento artificial de introducirse en el campo, de encontrarse en un nuevo estado de cosas, se perderá rápidamente. Incluso, años más tarde debe ser posible saber cómo se concibió el estudio, que persona se entrevistó, a qué fuente se accedió y así sucesivamente, con fecha y hora precisas.

Segundo cuaderno: debe servir para reunir información de tal modo que sea posible simultáneamente poner todos los elementos en orden cronológico y ordenarlos en categorías que se conviertan más tarde en archivos y subarchivos más y más refinados. Existe mucho software hoy en día que responde a esta especificación contradictoria, pero las personas de más edad como yo se han beneficiado enormemente de la tediosa reescritura de datos en tarjetas. Cualquiera sea la solución se ve muy facilitado si el conjunto de datos se puede preservar pero al mismo tiempo reorganizar de tantas maneras diferentes como sea posible. Es la única manera de volverse tan moldeable y expresivo como el asunto a abordar.

Tercer cuaderno: para pruebas de escritura ad libitum (espontánea). La adecuación única que uno debería esforzarse por lograr al desplegar embrollos complejos no puede obtenerse sin bosquejos y borradores continuos... Lo que sale espontáneamente del teclado son generalidades, clichés, definiciones transportables, explicaciones sustituibles, tipos ideales, explicaciones poderosas, abstracciones, en síntesis, la materia a partir de la cual se escriben sin esfuerzo, los géneros más sociales... Se deben hacer muchos esfuerzos por romper con la escritura automática; no es más fácil escribir informes textuales que descubrir el diseño experimental correcto en un laboratorio. Peor en el curso de la investigación pueden aparecer al azar ideas, párrafos, metáforas y tropos. –si no se les permite encontrar un lugar y una salida, se perderán o, aún peor, arruinarán el trabajo de recolección de datos, mezclando el metalenguaje de los actores con el de los analistas. Por lo tanto es siempre una buena práctica, reservar un espacio separado para las numerosas ideas que pueden venir a la mente, aunque sólo se las llegue a usar años más tarde.

Cuarto cuaderno: para registrar los efectos del informe escrito en los actores cuyo mundo ha sido desplegado o unificado. Este segundo experimento, sumado al trabajo de campo mismo, es esencial para verificar si un informe cumple su rol de ensamblar lo social. El estudio puede estar terminado, pero el experimento continúa: el nuevo informe agrega su acción preformativa a todas las demás y eso también produce datos... Dado que la relevancia de un informe arriesgado podría aparecer mucho más tarde, también tienen que ser documentados los rastros que deja a su paso.

Si no quieren tomar notas y escribirlas bien, no traten de dedicarse a la sociología; es la única manera que hay de volverse un poco más objetivo... los informes tratan de asir algunos objetos recalcitrantes por medio de algún dispositivo artificial con la mayor precisión, aunque este emprendimiento bien puede terminar en la nada. ¡Si solo una fracción de la energía dedicada en las ciencias sociales al comentario de nuestros eminentes predecesores se convirtiera en trabajo de campo! Como nos enseño Garfinkel: es práctica, del principio al fin.

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